El disco rayado de Juan


El otro día una paciente me comentó que estaba empleando la técnica del disco rayado en su  profesión y que le estaba yendo estupendamente bien.
Previamente ya le había enviado leer un libro sobre asertividad y parece ser que no solo le gustó sino que la puesta en práctica ha tenido buenos resultados. Ella decidió utilizar esa técnica  pero hay muchas más.

Hoy voy a dedicar el post a la técnica del  DISCO RAYADO.

¿Y… qué es eso?

Pues como te acabo de comentar es una técnica de entrenamiento en asertividad. Es especialmente útil para las personas que tienen dificultades a la hora de decir “No”.

Pongámonos en situación:

Suena el teléfono y es un trabajador de… pongamos una compañía telefónica (llámese Vodafone, Orange, Yoigo….). Te quieren proponer una oferta inmejorable  para tu teléfono fijo y ADSL. Pero… tú no estás interesado. Se lo dices pero la persona, que obviamente intenta hacer su trabajo, no te hace caso ¡es como si no te oyera! Y tú le empiezas a explicar porque no te interesa, pero ella sigue a lo suyo… y ¡resulta que tiene réplicas para cada una de tus excusas!
Total, que acabas enganchado al tema y oyendo durante unos 10 minutos una oferta que sabes que no te interesa, que no quieres aceptar… pero que al final, acabas aceptando o acabas diciendo “me lo pensaré”.

Aquí tú estás en tu casa, es una oferta de teléfono y las consecuencias de un “sí” o un “no” pueden ser 10 minutos de más escuchando al que está al otro lado o, en último caso, aceptar una oferta que en un principio no querías.

Pero… ¿Y cuando la situación acaba teniendo consecuencias peores?

Juan tiene un amigo del alma, de esos de toda la vida: Luis. Se llevan estupendamente bien, conectan como pocos, se acoplan de maravilla. Pero… eso siempre que Juan se acople a la vida de Luis. Nunca lo contrario.
Juan empieza a cansarse, sabe que en parte es culpa suya porque es él quién lo ha fomentado a lo largo de los años. SIEMPRE CEDIENDO, NUNCA UN “NO” POR RESPUESTA…



El otro día Juan tenía una cita con Laura, su compañera de facultad por la que había estado pillado durante los últimos 3 años. Finalmente consigue una cita…. A la que no pudo acudir. ¿Por qué? Pues porque Luis, aún sabiendo que su amigo había estado esperando esa oportunidad durante tres años, le  pidió que si podía acudir a su casa, ya que había discutido con su novia y  no se encontraba bien.
Luis hubiera podido esperar a la mañana siguiente para pedir ayuda a su amigo, podía haberse sacrificado por una vez, pero no lo hizo. Simplemente, no está acostumbrado a hacerlo porque Juan nunca le ha obligado

Juan cedió. Llamó a Laura explicándole la situación y fue a ver a Luis.  Estuvo con él toda la noche  de copas, charlando. Se sentía bien por ayudar a su amigo pero al mismo tiempo se sentía rabioso, frustrado y triste, ya no solo por no acudir a la cita con Laura sino por no haber sido capaz de decir “no” a Luis.

….Juan ha empezado a utilizar la técnica del disco rayado  y parece irle bastante bien. Veamos una de las situaciones en las que lo ha aplicado.

Luis: ¿Te apetece venir a ver el partido de fútbol esta tarde?
Juan: No puedo, tengo que estudiar para el examen de Estadística. Lo llevo bastante mal
Luis: Tío no seas aguafiestas, vente. Ya estudiaras mañana.
Juan: No puedo tengo que estudiar el examen
Luis: Eres un aburrido tío. ¡¡Vente, nos lo pasaremos bien!!.
Juan: Tengo que estudiar, lo siento. Otra vez será.
Luis: Pffff. Amigos para esto 
Juan: Tengo que repasar el examen, ya nos vemos mañana.
Luis: Vaaaaaale. Nos vemos.


 
¿Te das cuenta? Juan se dedica a repetir el mismo argumento varias veces de diferentes formas. No entra en más excusas, razonamientos ni argumentos. No da más explicaciones porque ha visto que CON ESTA PERSONA esto no funciona.


Como a Juan le resulta difícil decir que “no”, negarse a algo, utiliza todo el tiempo la misma frase (con alguna variación) para no desviarse, para no ceder (porque sabe que luego, al ceder, se siente mal). Utiliza esta técnica a modo de barrera impenetrable. No  se mueve de ella porque sabe que si lo hace puede acabar cediendo.

Con el ejemplo del vendedor de la compañía telefónica sería lo mismo (que ya sea de paso, es lo que yo hago siempre muy educadamente)

Vendedor: Tenemos una oferta de… para…
Yo: Gracias, pero no me interesa. Estoy contenta con la mía
Vendedor: Ya pero es que…. Y…
Yo: (interrumpo porque se que va para largo y sé que no me interesa) Ya, ya, pero es que no me interesa, de verdad. Gracias
Vendedor: Muy bien, muchas gracias por su tiempo.
Yo: De nada, adiós.
 

Con el disco rayado hay que utilizar un buen tono de voz, ninguno que resulte agresivo ni similar y realizar ciertas variaciones  en la frase emitida.

Venga, anímate a probarlo en alguna ocasión cotidiana y me cuentas qué tal te ha ido. Poco a poco iremos  publicando más técnicas asertivas

Un saludo.


Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es
Con posibilidad de terapia vía Skype

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