Como ya te comenté en un anterior post, vamos a
meternos de lleno en lo que sería un protocolo de tratamiento de la anorexia
tipo cognitivo-conductual.
En este último post del que te hablo comentamos, entre
otras cosas, la necesidad del rapport en terapia, especialmente en las primeras
sesiones.
- Crear un buen rapport o alianza paciente-terapeuta
- Motivación (lo que hoy trabajaremos)
- Psicoeducación acerca del trastorno (lo que hoy trabajaremos)
- Restaurar el peso de la paciente introduciendo pautas para una nutrición y dieta adecuadas.
- Corregir ideas irracionales acerca de la silueta, peso y comida.
- Mejorar la propia imagen corporal.
- Mejorar la sintomatología asociada al trastorno.
- Mejorar su autoestima.
- Mejorar sus relaciones familiares y sociales.
- Prevenir futuras recaídas.
La motivación es importante
trabajarla en todo tipo de pacientes, pero debido a la naturaleza de las
pacientes con AN, el trabajar la motivación se hace esencial.
La paciente viene a consulta con
un aparente control sobre sí misma
que podríamos calificar de brutal. A
ello hay que sumarle la rigidez de
pensamiento que caracteriza a estas personas y la falta de conciencia del problema (“A mí no pe pasa nada”, “Es que
no tengo hambre, de verdad”)
La motivación ya se
trabaja con el establecimiento del rapport, pero hay otras estrategias que
sirven para nuestro objetivo.
En primer lugar, es muy poco inteligente, además de frustrante, discutirle
a la paciente sus ideas. No sirve.
Tampoco sirve imponer cambios ni criticar la falta de los mismos. Esto te
frustra como terapeuta, no ayuda a la paciente
y se rompe el rapport.
Sin embargo, destacar la
posibilidad de elección de la paciente, su responsabilidad en el proceso, fomentar la autoeficacia, valorar los
pequeños cambios, así como hacerle ver los pros y contras de su situación, lo que
está haciendo con su vida y lo que le gustaría o había planeado hacer… Todas
estas pequeñas estrategias sí ayudan a motivar a la paciente a que la terapia
fluya con más facilidad.
La psicoeducación acerca del trastorno es muy
importante. Por una parte, ayuda a mejorar la alianza terapéutica ya que la paciente comprende que la persona que tiene
en frente conoce su problema.
En segundo lugar la explicación acerca de los factores
que originaron y los que mantienen el problema
nos va a ayudar a justificar a la paciente por qué empezamos la terapia
por dónde lo hacemos. Le ayudará a dar sentido al funcionamiento de la terapia.
En lugar de “Vamos
a hacer esto, tú tendrás que hacer aquello…” Es mucho más fructífero empezar por:
“Bien, ahora te voy a explicar cómo funciona
tu problema. Por qué has llegado hasta aquí y por qué a día de hoy a pesar de
los cambios que se han producido en tu
vida sigues en esta situación. Esto te ayudará a comprender el por qué de mi forma de actuar a la hora de
llevar a cabo la terapia ¿de acuerdo?”
En tercer lugar, la paciente puede resolver dudas o
preguntas al respecto que tenía acerca de su problema, a la vez que despeja
posibles ideas erróneas acerca del trastorno, de la nutrición y alimentación en
general, tales como: el agua en las comidas engorda, si vomito lo elimino todo,
si peso hoy más que ayer se debe a que he engordado…
Por último, la paciente se va a sentir identificada
con muchas de las cosas que le vamos a contar acerca de cómo empezó todo,
acerca de lo que piensa, de lo que siente y eso hará que se sienta algo más
comprendida y probablemente menos sola.
Hata aquí por hoy. Espero que os haya gustado.
Sara Llorens
Aguilar
sllorens@cop.es
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