¿Tengo la autoestima frágil?

Hace ya bastante tiempo, te hablé de la baja autoestima, lo que la mantiene, los pensamientos negativos en casos de baja autoestima, así como de su  tratamiento.
Hoy me gustaría retomar el tema para hablar de la diferencia entre una buena autoestima y una autoestima frágil.
Empecemos por recordar qué es la autoestima. La autoestima es un conjunto de percepciones y evaluaciones que hacemos de nosotros mismos. Esta percepción global que abarca cualquier aspecto de nuestra persona, puede ser:  muy negativa, negativa, mediocre, buena, muy buena... Hay una elevada gama de grises.

Una persona con una sana autoestima es la que, consciente tanto de sus cualidades como de sus defectos, se acepta tal y como es. Al margen de esto, la persona puede o no intentar mejorar las características que ella crea conveniente moldear.
Normalmente esto es bastante visible, ya que la persona suele manifestarlo en lo qué dice y en cómo lo dice, es decir en su lenguaje verbal y no verbal. Saber aceptar cumplidos, saber encajar las críticas, reconocerse a sí mismo cualidades, defender los derechos/deseos/necesidades propios cuando es uno lo cree conveniente...son algunos signos que muestran una sana autoestima.


"Un pájaro posado en la rama de un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque la confianza no está en la rama sino en sus propias alas"

 

Por el contrario, la baja autoestima se ve reflejada en las personas que no saben aceptarse a sí mismas como son. Normalmente les cuesta reconocer sus cualidades y sin embargo les falta tiempo para machacarse con lo que ellos consideran "miles de defectos" (y casualmente, todos ellos importantes).Las personas con una autoestima baja suelen tener comportamientos opuestos a los mencionados en personas con un autoestima sana y estable.

Pero... ¿y qué pasa con la que llamamos AUTOESTIMA FRÁGIL? ¿Qué es eso? La autoestima frágil es más difícil de detectar para el ojo ajeno. Esto se debe a que estas personas, en apariencia, proyectan una sana autoestima, la mayoría de veces algo elevada (en ocasiones puede rozar el narcisismo). Sin embargo, la realidad es otra bien distinta: detrás de esa autoestima de cara al público nos encontramos con la real, que es más bien tirando a baja.
¿Por qué la llamamos frágil? Porque al ser pura apariencia, cuando la persona se enfrenta a situaciones riesgo, la autoestima aparentemente elevada cae y se parte en trocitos.
Esto no le sucedería a alguien  que realmente mantiene una autoestima sana y estable, ya que al enfrentarse a una situación riesgo, esta persona no se derrumbaría ni se castigaría a sí misma. Al contrario, tiraría de otros recursos cognitivos, emocionales y conductuales para afrontar la solución de otra manera.


Este tipo de personas con autoestima frágil suelen mostrar características tales como: excesiva necesidad de que les reconozcan sus méritos/ de que se les valore (no soy capaz de ver mi  propio valor hasta que otros no me lo confirman), se jactan de sus cualidades  (a diferencia de las personas con una baja autoestima manifiesta) pero sin embargo no encajan nada bien las críticas, no aceptan que alguien no esté de acuerdo con su opinión sobre algun tema, evitan  las relaciones cercanas e íntimas (esto les sirve de escudo)...

Tras leer esto, te animo a  reflexionar y a responderte a ti mismo en qué grupo te encuentras.

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Sara LLorens Auilar
sllorens@cop.es

Comments

  1. http://www.youtube.com/watch?v=Saf9Ez4izTo

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