Aplazando las preocupaciones


Ya te he hablado en alguna ocasión del efecto rebote de la supresión de pensamientos. Cuanto mayor empeño le pongas en eliminarlos, más presentes se harán. 
Normalmente, cuando uno no quiere pensar en algo, insiste mucho en intentar eliminar esa cognición de su cabeza, lo que ocurre es que surge el efecto contrario al deseado.
Algo distinto, y que normalmente resulta más eficaz, es la  postergación de esos pensamientos que nos molestan.

Este tipo de ejercicios se suelen utilizar bastante en casos de trastorno de Ansiedad Generalizada, en el que la persona no sabe cómo evitar bloquearse con sus numerosas preocupaciones. El problema no son tanto las preocupaciones sino la reflexión totalmente improductiva sobre las mismas, que no hace sino crear una espiral de la que la persona no sabe salir. La preocupación no le lleva a plantearse cómo solventar los problemas, sino que le lleva a más preocupación. 

También suele recomendarse a pacientes que, aún sin padecer el trastorno, tienen tendencia a obsesionarse con ciertos temas de la vida cotidiana, creándoles un elevado nivel de malestar. Coloquialmente hablando: Para los que tienden a comerse la cabeza en exceso. Éste es un mal de muchos.


"Hay dos tipos de preocupaciones: las que usted puede hacer algo al respecto y las que no. No hay que perder el tiempo con las segundas"  Duke Ellington


Ahora vamos con el ejercicio. Te voy a indicar cómo se llevaría a cabo paso a paso. En realidad es muy sencillo.
Objetivo: Aplazar las preocupaciones a un tiempo determinado y limitado en el día (Tiempo de preocupación) y ver qué ocurre con ellas.

  • Cuando te llegue alguna preocupación, anótala en un papel. Basta con un par de palabras que te recuerden cuál es el tema de la preocupación.Es importante anotarla para luego no utilizar el tiempo de preocupación intentando recordar los temas en los que has de pensar, ya que, además de perder el tiempo, pueden surgir otros nuevos.

"La preocupación nos tiene que conducir a la acción y no a una depresión" Karen Horney


  • Reserva un tiempo (30-45 minutos, por ejemplo) para dedicarlo a todos los temas que te hayan preocupado durante el  día y que has ido posponiendo. Intenta que esa media hora no sea antes de irte a dormir. En ese espacio de tiempo "tienes permiso" para pensar en todas las preocupaciones que te han ido viniendo a lo largo del día y que has ido posponiendo hasta ahora.

  • Si ves que algunos temas no te preocupan en ese momento, no lo fuerces, simplemente pasa a otros que sí te sigan causando inquietud. Si por el contrario, se termina el tiempo y te das cuenta de que aún no has tratado todos los temas que querías, no sigas. Guarda los que quedan para el día siguiente, en el tiempo señalado.

¿Qué ha pasado con las preocupaciones? ¿Te ha faltado tiempo o te has encontrado con que ya no necesitabas pensar en muchas de ellas? ¿Qué conclusiones sacas del ejercicio?

Únete a nuestro grupo en Facebook

Sara LLorens Aguilar

Comments

  1. me pregunto si verdaderamente es factible hacer este ejercicio...ya que por yo querer aplazar mis preocupaciones, no tienen por qué no seguir girando en mi cabeza, pues muchas veces son incontrolables, por mucho que quiera pensar en ellas en otro momento...suele funcionar???

    gracias

    ReplyDelete
    Replies
    1. Hola,

      Mi experiencia es que, bien llevado, suele funcionar muy bien. No siempre tiene por qué ser así pero si el ejercicio se realiza con las pautas adecuadas suele dar buenos resultados.

      Saludos.

      Delete
  2. Pero...y si uno de los condicionantes es no poder pasar a nada más hasta no ser resuelto... Y si el tiempo también está involucrado? Y si hay urgencia..necesidad de demostrarse resuelto(algo que tiene que ver con la idea de ser justo o haberlo sido, de responsabilidad, de requerimiento moral) para darse permiso a continuar con otra actividad, otro pensamiento.. con la vida? Cómo posponer algo así? Cómo contener la respiración?
    Y si además luego no puedes recordar todos los detalles de la idea? Si la memoria falla. . Si no puedes recuperar.. Volver a alguno de los pensamientos perdiendo un detalle importante? Como posponer la responsabilidad? Cómo no sentir ansiedad por acumularse x ideas al haber tenido que posponerlas?

    ReplyDelete
  3. Hola, Anonymous,

    Soy una persona extremadamente sensible y bastante perfeccionista. Con una moralidad podríamos considerar exagerada si la comparamos con la de otras personas.
    Esto me ha ocasionado no pocos problemas en el pasado y pese a mi desarrollo personal, todavía los acarrea en el presente.
    Sin embargo, por mi experiencia y la de otras muchas personas que he podido llegar a conocer y que, como yo, se han enfrentado a situaciones muy complicadas, sí creo que es posible postergar el análisis de nuestras preocupaciones.
    Es decir: seguirán estando ahí, (el dolor que generan no se puede controlar en el momento), pero sí podemos responsabilizarnos de nuestro comportamiento al respecto.
    Apuntarlas y obligarnos a centrar nuestra atención en otra cosa conscientes de que nos ocuparemos de ellas más tarde.
    Si nuestro deseo es resolverlas y sabemos que este ejercicio nos puede ayudar a conseguirlo, es una cuestión de voluntad realizarlo.
    El problema que te impide pasar a hacer otra cosa es tu nivel de autoexigencia.
    Si el aplazamiento puede suponer una solución, (una forma de resolver aquello que te preocupa), no debes sentirte culpable si no resolutivo. Te conviertes en sujeto activo, (con responsabilidad sobre la resolución del problema que te ocasiona el sufrimiento). Y ese es tu principal propósito.
    Puedes quedarte tranquilo consciente de que apuntaste todo respeto a ella, (y en caso contrario es que no era verdaderamente importante o relevante).
    Se puede sobrellevar la ansiedad sin analizar la preocupación, (dejándola aparcada para más tarde). De hecho, cuando baje la ansiedad, será más sencillo pensar con claridad.
    ¡Un abrazo muy fuerte!!!😉

    ReplyDelete

Post a Comment