TOC con erección ¿Qué hacemos?

Hace algunas semanas hablé sobre la diferencia entre un TOC con obsesiones sexuales y la pederastia. Es muy importante conocer las diferencias ya que el diagnóstico determina el tratamiento y en este caso nada tiene que ver un tratamiento con el otro.

Si  repasas el post, verás que de forma muy breve hablé de la posibilidad de signos de excitación sexual en el caso del TOC. Es muy poco común pero es posible. Se han encontrado varios casos a lo largo de los últimos años donde la persona padecía un TOC con obsesiones sexuales y sin embargo, había erección asociada a las obsesiones. En estos momentos te puedes preguntar: Entonces ¿qué hacemos para hacer el diagnóstico diferencial? ¿Cómo sabemos si se trata de un TOC o un caso de pederastia, si hay  erección? ¿El tratamiento es diferente para este tipo de TOC?


Un buen artículo que, aunque corto, resume bien el tema y habla de un par de casos en esta situación es el que te presento aquí: Warwick H.M and Salkoskis P.M. (1990) Unwanted erections in obsessive compulsive disorder. The British Journal of Psyquiatry  157, 919-921

En el artículo queda claro que a la hora de determinar el diagnóstico, hay que tener presente  lo que ya comentamos en el  post mencionado: si hay o no rechazo hacia los pensamientos sexuales en cuestión o si generan ansiedad; si la persona busca la oportunidad de llevarlos a cabo o evita  cualquier situación relacionada con el pensamiento; qué tipo de contenido encontramos en las fantasías sexuales de la persona en cuestión; si hay erección, como la vive la persona (con normalidad, con rechazo…)…

Este tipo de preguntas, entre otras, son las que nos llevarán a determinar si es un diagnóstico u otro, también cuando haya erección.  No podemos determinar que es un caso de pederastia únicamente porque nos encontremos con que hay signos de excitación sexual.

Un TOC con erección se tratará como cualquier TOC, no hay un tratamiento especial para estos casos porque es más de lo mismo, aunque sea más llamativo. Es decir, la persona no está más cerca de llevar a cabo sus obsesiones. Lo único que cambia, desgraciadamente, es que la persona sufrirá  más aún el trastorno.

La explicación que se da en el artículo es que la erección se produce por un aflujo de sangre y en ocasiones éste se da  independientemente del contexto. Aunque se tiende a pensar que la excitación sexual y la ansiedad son incompatibles, a  veces ocurre que en situaciones ansiógenas, hay erección o signos correspondientes a excitación sexual.   Se ha demostrado  que hay casos en los que cuanto más intenta la persona rechazar/eliminar/suprimir un pensamiento no erótico (en este caso la obsesión sexual) la erección  aumenta o se mantiene. En el artículo utilizan un buen ejemplo para demostrar que esto ocurre en otras ocasiones de la misma forma: la ruboración o el “ponernos rojos”. Cuanto más nos damos cuenta y más queremos evitarlo, más rojos nos ponemos. En este caso, la explicación para la erección no deseada sería la misma: El Sistema Nervioso Autónomo va por su cuenta  de vez en cuando…
  
Aclarar que, aunque hablo todo el tiempo de erección, lo hago porque los dos casos correspondientes al artículo son hombres pero todo lo anterior es válido para ambos géneros, ya que ambos son susceptibles de sufrir obsesiones de tipo sexual.


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Sara LLorens Aguilar

sllorens@cop.es

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