"El discurso del rey"

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Lo prometido es deuda.  El tartamudeo es un trastorno del habla, permanente o circunstancial, que se caracteriza por  repeticiones e interrupciones involuntarias a la hora de hablar. Estas dificultades pueden venir acompañadas de determinados gestos faciales y alteraciones respiratorias. 

Resultado de imagen de tartamudezEste problema suele tratarlo de forma conjunta  un logopeda y un psicólogo. El primero ayudará en lo que es la mejora del habla, mientras que el segundo trabajará los pensamientos, emociones  y conductas que la persona  tiene a causa de su  tartamudez y que  le están dificultando la vida.

Este problema  empieza en la infancia y es mucho más frecuente en niños que en niñas. Muchos niños empiezan a tartamudear cuando comienzan a hablar y con el tiempo dejan de hacerlo. De hecho, menos del 1 % de los adultos padece este problema. 
Parece ser que la causa  del trastorno no esta clara y probablemente sea de tipo multifactorial. En situaciones en las que la persona se siente nerviosa o incómoda, el problema suele agudizarse.
Cuando alguien tartamudea no hay que ayudarle a terminar las frases o palabras porque esto hace que el otro se sienta peor. Lo que la otra persona necesita es sentirse normal por lo que  debes de actuar como lo harías con cualquiera que no padeciera el trastorno. La condescendencia no suele ayudar, ni en la tartamudez ni en ningún otro caso.

Para la mayoría de personas que sufren este problema, el tartamudeo es permamente y afecta a la mayoría o todas las actividades del día a día: colegio, trabajo, vida social...  Esto puede tener  un impacto importante en la vida de quién lo sufre, ya que puede complicar la realización de ciertas actividades o la persona puede sufrir  burlas o rechazo por parte de quienes le rodean. Esto da lugar a ciertas estrategias de huída y evitación. Aquí te pongo algunos ejemplos  de  estas conductas que he visto en consulta:
  • Limitarse a utilizar frases cortas.
  • Limitarse a hacer siempre  los mismos comentarios.
  • Evitar ser el centro de atención.
  • Evitar cualquier actividad donde se tenga que hablar con o delante de otras personas.
  • Evitar las lecturas  en público, exposiciones, presentaciones....
  • Evitar conocer gente nueva (por miedo al rechazo)
  • Evitar ligar o buscar pareja.
  • Evitar el uso del teléfono.
  • Evitar ciertos trabajos, aunque sean buenas oportunidades.


Todas estas estrategias de huída y  evitación  dan lugar a un alivio momentáneo, ya que la persona se ahorra el mal trago de enfrentarse a sus miedos. El problema es que  mientras se mantengan estas conductas,  los miedos y las  creencias irracionales (se van a burlar de mí, no me cogerán para el puesto, en cuanto me oiga  me va a rechazar y hare el ridículo...) también lo harán.  Cuando trabajamos las creencias irracionales en estos casos, me encuentro con un problema: las creencias irracionales no lo son tanto porque, como en este mundo hay de todo, siempre va a haber gente que, efectivamente, se burle, se ría, haga comentarios inapropiados, aisle/rechace al paciente... Esto es una realidad, no siempre, pero ocurre más veces de las que nos gustaría admitir..
Por lo tanto, aunque siempre se hace cuando de creencias irracionales se trata, hay que hacer aún más hincapíé en la idea de: No necesito gustar a todo el mundo. No necesito la aprobación de la gente para sentirme bien conmigo mismo. Habré a gente a la que le guste más, otros a quiénes les guste menos y gente que me rechace sin ningún motivo. Así es el mundo. 
Si suena dificil, imagínate lo complicado que es llegar a asimilar realmente esta idea en el discurso interno de uno mismo. Complicado pero posible. Recuerda nadie nace con buena o baja autoestima, ésta se aprende, como aprendemos a atarnos los cordones de los zapatos. Y todo lo aprendido, se puede desaprender  y ser sustituido por nuevos aprendizajes.

Por lo tanto, habrá que trabajar en la exposición a todas las conductas de huída/evitación que se están  llevando a  cabo, así como un trabajo cognitivo para ayudar a la persona a interpretar las situaciones de una manera más justa y realista (pensamientos automáticos negativos, creencias irracionales básicas...). El trabajo cognitivo también lo enfocaremos a enseñar al paciente a  sobreponerse mejor a  situaciones que objetivamente resulten  injustas o desagradables. Siempre hemos de recordar que no tenemos poder sobre cómo se comportan los demás, solo como actuamos y pensamos nosotros ante dichos comportamientos.
Como podrás deducir de todo lo que te he comentado hasta ahora, la autoestima se ve bastante perjudicada en la mayoría de casos con tartamudez, por lo que  habrá que trabajarla a fondo.

Este tema es un problema que puede dificultar la vida pero no tiene por qué  impedir alcanzar los objetivos profesionales y personales de quién lo padece. Lewis Carrol (autor de Alica en el País de las Maravillas), Anthony Hopkins (excelente actor donde los haya), Winstor Churchill (probablemente el primer ministro de Reino Unido más conocido) y una larga lista que le sigue...son personajes públicos que han llegado muy lejos y que han padecido  este trastorno.

Y para terminar, os dejo el trailer de una película, que además de bonita, muestra perfectamente  lo escrito hasta ahora. The King´s Speech (El discurso del Rey) que narra la historia de Jorge VI, rey de Inglaterra (1936-1952) y  de cómo superó su tartamudez. Muy recomendable.


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Sara LLorens Aguilar
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